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SALUD

  • Foto del escritor: Sembrando Fuerza y Amor
    Sembrando Fuerza y Amor
  • 21 dic 2017
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 15 oct 2018

¿Está su hijo creciendo y desarrollándose adecuadamente?

Por Dr. José de Jesús Grimaldo H., Pediatra endocrinólogo ( #salud #doctorpediatra #niños)


Si un familiar, como frecuentemente sucede, nota que su hijo no crece ni se desarrolla normalmente en comparación con otros compañeros de la escuela, primos, amigos o vecinos, debería consultar al endocrinólogo infantil y de adolescencia. Este artículo se referirá exclusivamente a los pacientes que tienen un retraso importante en su talla o estatura.

Una vez presentado el problema, el especialista echa mano de los criterios clásicos de evaluación de crecimiento que son numerosos y precisos. Por ejemplo:

· Se enfoca en la historia clínica con sus antecedentes prenatales, natales, postnatales y familiares;

· Realiza un examen físico;

· Revisa las medidas antropométricas (la antropometría es el estudio de las proporciones y medidas del cuerpo humano) y biométricas. La biometría es el estudio mensurativo o estadístico de los fenómenos o procesos biológicos. En el caso del crecimiento y desarrollo de niños, el especialista analizaría las medidas de desarrollo y maduración corporal---estas son instrumento esencial de la evaluación del crecimiento;

· Determina la talla actual del paciente;

· Evalúa la maduración ósea (edad ósea) por un estudio radiológico; este paso es importante porque los huesos se sellan alrededor de 16 años, y la cantidad de espacio entre ellos antes de este sellado da información valiosa al médico tratante.

· Ordenar investigaciones complementarias y biológicas.

Las medidas más simples y de rutina son LA TALLA DEL PACIENTE AL MOMENTO DEL EXAMEN que se debe hacer con exactitud, y la revisión de LA CARTILLA DE CONTROL DE SALUD con los parámetros del desarrollo anotados por su pediatra. Tales medidas se cotejarán con las gráficas o estándares de referencia más apropiados que hay de niños y niñas para una apreciación más objetiva.

Es necesaria también la evaluación de LA VELOCIDAD DE CRECIMIENTO EN TALLA. El incremento o disminución observado se compara con LA CURVA DE VELOCIDAD, CONTRA EDAD correspondiente al final del periodo considerado.

Como indiqué anteriormente, el criterio radiológico más utilizado en esta evaluación es la determinación de LA MADURACIÓN ÓSEA por los puntos de osificación (que se observen sellados o no) de la mano. Con la talla actual y el informe que da la edad ósea, se puede hacer un pronóstico de la talla adulta final. Este pronóstico deberá reevaluarse periódicamente pues puede variar por factores de maduración del periodo del crecimiento o factores ambientales.

La variedad de retrasos del crecimiento es muy numerosa y por diversas causas; esto orientará el pronóstico y las eventuales indicaciones terapéuticas. Al identificar una causa patológica (enfermedad) que inhibe y desvía el canal natural del crecimiento del paciente y si esta causa puede corregirse de forma rápida, el paciente regresará a su canal original y el progreso de la enfermedad desaparece: la velocidad de crecimiento que había disminuido se hace de nuevo normal.

Los familiares observarán que al empezar el tratamiento de la enfermedad causal el paciente irá recuperando el retraso pasado de forma rápida y que tendrá la velocidad de crecimiento normal que tenía antes la enfermedad.

Muchas veces se tiene que decidir o no la práctica de tratamientos hormonales o exploraciones orientadas a la búsqueda de ciertas causas. También hay que considerar las enfermedades de larga evolución que aparecen durante la infancia con repercusión en el crecimiento del niño. Estas enfermedades de larga duración serán tanto más severas cuando el diagnóstico se hace a edades tempranas teniendo una evolución más prolongada. Con estas enfermedades de larga evolución casi siempre la velocidad de crecimiento es francamente inferior a lo normal y además el retraso tiende a agravársele de año en año. Hay afecciones que por su propio trastorno fisiopatológico producen alteraciones nutricionales (por ejemplo, el paciente no absorbe nutrientes de la comida) y que se dan también por acción de los tratamientos empleados en las mismas. Es preciso por tanto ser prudente antes de hacer un diagnóstico de crecimiento patológico de inquietar a la familia y en la forma en que se le indica o inicia un tratamiento.

De modo general, el primer tratamiento de los problemas de crecimiento es la nutrición adecuada.

Es útil y sencillo controlar a los niños seguidos en una consulta en fecha próximas a su aniversario o medio aniversario del inicio del tratamiento y la comparación con las curvas de referencia más precisas.

Paralelamente a los evidentes progresos en la salud infantil o de la infancia, la metodología de la evaluación moderna del crecimiento ha llegado a constituirse en uno de los pilares de la pediatría preventiva.

Nota: Ver abajo la línea gruesa en la gráfica de 1997 de “Crecimiento Compensatorio” de Bart Boersma y Jan Maarten Wit.


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